Amor... 2

Hoy quiero seguir comentando mi entrada de ayer. Se que os prometí escribir sobre libros y demás, pero hace unos días tuve una conversión con un amigo y me gustaría reflexionar con vosotros sobre ello.
Este amigo me comentaba que pasaba actualmente una situación en la que era incapaz de arriesgar y sentir debido a una mala experiencia. Anda con pie de plomo y no confía ni de su sombra. No quiere dejar que sus sentimientos fluyan, ni dejar que nadie entre en su corazoncillo por miedo a que se le rompa de nuevo. Su experiencia le ha jugado una pasada que a día de hoy no le deja seguir caminando.
Sé que no soy la mas acertada para aconsejar sobre ello, por que mi vivencia tampoco ha sido perfecta, sin embargo me arriesgué en dárselo. Le aconseje guardar esa experiencia en un rinconcito y que permitiera abrir paso de nuevo. Que no se cerrara, que el mundo esta lleno de personas capaces de hacerlo vibrar y sentir de nuevo. Sin embargo, no lo hace.
Ayer, en mi post, hablaba de lo fuerte que es el amor y la de sentimientos que nos puede llegar a causar. Sin embargo, solo me centré en los sentimientos positivos sin remarcar mucho los negativos.
El amor nos lleva al odio. De hecho, solo podemos odiar a quien hemos amado. ¿Cómo un sentimiento puede llegar a transformarse en su contrario? ¿Cómo el amor nos deja sin aliento? ¿Por qué nos cuesta tanto olvidar? ¿Que tiene este sentimiento que lo hace tan especial y doloroso?
La pérdida de una persona, la ruptura sentimental, la infidelidad, la mentira... todo ello nos deja en un pozo sin salida, en un laberinto oscuro, en un camino sin final. Un mal gesto, si amamos, nos destroza. Somos vulnerables al amor. Somos débiles a este sentimiento. Somos unos niños cuando sentimos... ¿Por qué?
Sin embargo, nuestra mente es capaz de reaccionar. Ésta, sabia como ella sola, nos crea barreras, miedos e inseguridades. Ahí es cuando entramos en una disputa continua entre corazón-mente.
Como se suele decir, cada persona es un mundo, y cada uno actúa según le parece. En este caso, cada persona decide quien gana la disputa.
En vosotros , ¿quién gana? ¿Qué os guia, el corazón o la mente? ¿Habéis temido amar en algún momento?

A mi amigo y si alguien se siente como él, deciros que os dejéis llevar, que abráis vuestro corazón. Dejad el miedo aparcado y adentraros en sentir. No dejéis escapar una oportunidad. Y no rendiros si de nuevo volvéis a sufrir. Solo con persistencia y luchando conseguimos lo que deseamos. Si nunca dejamos de soñar, nuestros sueños se harán realidad. La felicidad esta al alcance de todos, solo hay que saber esperar.
Suerte en los que andáis en la búsqueda, ánimo para los que estáis sufriendo por amor, paciencia para los que andáis en vuestra disputa anterior, felicidades para los que amáis y enhorabuena para los que además de amar sois correspondidos.
Un beso a todos.