martes, 24 de mayo de 2011

Tu Aroma entre mis Dedos - Roberto Martinez

Aquí os dejo otro relato para el concurso. Esta vez me lo envía Roberto Martínez Guzmán, escritor de "Cartas desde el Maltrato" (os dejo y vuelvo a promocionar su concurso). He de aconsejaros la lectura de su libro. No os dejará indiferente. Espero que os animéis a saber de él y a que participéis en su concurso. Sortea once ejemplares de su novela.

Sin más y con los pelos aún de punta tras haberlo leído, os dejo su relato. ¡Os sorprenderá!

Mil besos y ¡Hasta Pronto!


Tu aroma entre mis dedos

Eran días de sol y playa, de risas, de amigos nuevos y juegos adolescentes. Escondida entre ellos, recuerdo con dulzura a la que con el paso del tiempo se iría convirtiendo poco a poco, y pese a mis posteriores experiencias, en la semana más intensa de mi vida.

Ese lunes inesperado quise decirte, justo en el momento en que me miraste por primera vez, que me hubiese gustado parar el tiempo a tu lado y vivir en ese solo segundo toda mi vida. Pero tras recibir un amistoso beso de presentación en cada mejilla, pensé que quizá sería mejor esperar a que te fijaras un poco más en mi.

Quería decirte el martes, tras una larga noche de insomnio e ilusiones, que me moría por saberlo todo de ti, pero en el último momento pensé que quizá aún no serías capaz de acertar a entender el porqué.

El miércoles, rendido de pensar en ti, dormí durante toda la mañana entre sueños intensos y roces inconscientes. Cuando por fin me levanté y te vi, quise confesarte que había soñado una y otra vez con acogerte entre mis brazos y explorar suavemente cada curva de tu cuerpo, pero me falló esa maldita primera frase con la que lograr captar tu atención.

El jueves pensé en decirte que, imaginando el lugar que ocuparías en mi vida, me había dado cuenta que en ella todo me resultaba prescindible salvo tú… pero en el último momento noté que solo sería capaz de decírtelo a solas.

Quería decirte el viernes, sentado frente a ti en la orilla del mar, que ya no lograba imaginar mi vida sin tu aroma ni tu risa, sin tu presencia llenándola cada día, pero por un instante pensé que a lo mejor nuestros sentimientos podían no coincidir y el pánico me enmudeció.

Estaba decidido a decirte el sábado, con el mar golpeando nuestra cintura, que desde el primer momento supe que te iba a querer toda mi vida, pero un golpe de agua en la espalda ahogó mis palabras y ya solo acerté a ver como te alejabas sin empezar a escucharme.

El domingo, día de lágrimas y despedidas, pensé en decirte que, seguramente sin pretenderlo, te habías convertido en todo mi mundo y que no sería capaz de renunciar a él, pero el vacío en mi estómago no me dejaba hablar y tras otros dos besos en mi mejilla, sentía que nunca más volvería a verte. Y ya no hubo playa ni risas, los amigos eran viejos y los juegos no me llenaban.

Fueron pasando los años y sé que nunca falté a mi cita, pero cada verano el sol calentaba menos y el lugar que había reservado para ti en mi vida se fue haciendo más pequeño sin saber como evitarlo.

Hoy, al final de mis días y tras una larga y tranquila vida, tu lejano recuerdo siempre me dice que nunca más volví a enamorarme.





4 Corazones:

Barby dijo...

Es triste :(!!! no es mi tipo de lectura habitual,pero sin duda le daría una oportunidad!!!! :)

besos!!!

Astarielle dijo...

Mas que triste, es la cruda realidad, k es aun peor...

Noemí medina dijo...

ay me ha gustado mucho, triste pero verdadera ^^

Astarielle dijo...

Yo no la veo triste. A mi me transmite miedo, mas que tristeza. El miedo a amar y al ser sincero con el corazon en la mano.

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