Unas Pocas Palabras - Naguoki

¡¡Hola Chic@s!!

Aquí os dejo el relato que nos ha enviado Naguoki para el Segundo Concurso de Relatos. ¡A ver qué os parece! Espero que os guste.

¡¡Mil besos y Hasta Pronto!!


Unas Pocas Palabras

- Lo siento, de verdad que lo siento – movió la cabeza con gesto negativo – Ojala fuera distinto pero ya ves, esto es lo único que hay, no puedo estar contigo.

“Cada palabra arañaba un poco más su débil barrera, su entendimiento, su pobre alma. Apenas escuchaba las silabas, porque su cerebro no estaba, no estaba allí, nada pasaba, no podía pasar, era mentira, un engaño del destino, un mal sueño. Si, una pesadilla. No, no se acerca y me toca la mano, es imposible que este escuchando esto, es solo una ilusión. Ahora dice algo más y se aleja, veo su espalda hacerse cada vez más pequeña. Es un sueño, así que tengo que despertar, ahora es el momento, no es verdad, no es cierto. Vuélvete, vuélvete por favor, mírame, dime que no miento, que no me engaño, no me dejes aquí, sola en medio de la calle, quiero gritarte pero las palabras se entrelazan en mi garganta creando un nudo, solo consigo soltar un gemido pero si es un sueño porque me siento morir. ¿Puede uno morir en un sueño, así se siente cuando uno muere soñando?. Y si es verdad, no, imposible.”

El sol se iba apagando, la chica se quedaba sola en la calle, no importaba si había pasado un minuto o una hora, para ella era la eternidad, la eternidad contenida en un tiempo limitado y de repente un sonido parecido a un sollozo y una mano que tapa sus ojos, que cubre sus lagrimas, que oculta su vergüenza.

Imposible, se repite, imposible, repite y entonces, la espalda de él desaparece, el sol se oculta tras una palmera dejándola en sombras, como un presagio de su triste corazón, porque en ese momento su cerebro comprende, su alma se quiebra y su corazón sangra. Es verdad. Simplemente, es verdad.

“De que ha valido el tiempo todo, de que ha valido el tiempo invertido, las risas y los besos, eran gestos falsos de una muerte anunciada, una mentira en tus manos, pensé que era arcilla en tus manos, crei que me iba a moldear y encajaríamos los dos, tu el alfarero yo la vasija pero no, es verdad, te has ido, es mentira todo lo dicho, todo lo hecho. Mi corazón esta en sombras, no siento el calor del sol, ni el pasar del tiempo. Quiero moverme y no puedo, igual que no puedo gritar, me has quitado ambas cosas con unas pocas palabras. Eres un mentiroso, un cobarde, no…”

Le falta el aire aunque haga una dulce brisa, le falta el corazón porque se le paro aunque lata constante, incluso sus ojos se empañan por unas pocas lágrimas que en realidad es un mar eterno de sal y soledad.

“Y ahora que puedo hacer, porque creí en un mentiroso, porque pensé que sería distinto conmigo, porque me creí mas lista que las demás, más bella que las demás, porque lo di todo sin condición, solo soy una pequeña tonta que creía ser algo mas y soy igual, ya lo sé, ya lo entiendo, todas somos iguales para ti, nunca vasijas sino solo muñecas de arcilla. Pero no, no es tu culpa, soy yo la culpable yo fui la que cometí el error y ahora pago por él. Apenas puedo respirar, ojala estuvieras aquí para que me devolvieras el aliento, te lo has llevado al irte como otras muchas cosas, como un poco de mi alma y un trozo de mi ser. Eso si no te lo perdono aunque fuera yo la que te los diera sin condición, los necesito para vivir, no puedo vivir sin un trozo de mi, ya nunca estaré completa, seré un ser con cicatrices. Nunca debí fiarme, nunca debiste estar conmigo si sabias como era yo.”

Y al fin se mueve, sus pies inestables toman rumbo a su casa, las lágrimas se agolpan y no la dejan ver pero tiene mucho frio, es verano y tiene frio, un frio que no se quita con nada, que está en sus huesos, que está en su alma.

“Es gracioso, amor mío, el cerebro tiene estas cosas, pese a que no pueda ni respirar me ha traído a mi casa. El numero 7, el de la suerte, cuantos besos nos dimos en esta puerta, pero no, cuando decidí mover el pie decidí que iba a cicatrizar, no puedo quedarme como una estatua de sal. Perdí, pero he de levantarme, si se llevo un trozo de mi y un trozo de mi alma, creare partes nuevas, pero hoy no, hoy solo quiero entrar en casa y dormir, mañana quizás… Porque mañana siempre será otro día.”

Después de subir a su piso, se tumbo en la cama, cerro sus ojos mojados y espero a un nuevo día, quizás no fuera precisamente mañana pero mañana era el comienzo desde el fin, ya no sería lo mismo, sería distinto, de cómo fuera solo dependía de ella.