Uno y No Más

¡¡Hola Chic@s!!

Hoy os dejo un microrelato que escribí anoche. Espero que os guste y lo disfrutéis.

¡¡Pasad un buen fin de semana!!

¡¡Mil besos y Hasta Pronto!!

Uno y No Más

Siempre creyó que moriría a su lado. Pensó que su amor duraría hasta que les llegase la hora de rendir cuentas y que envejecerían juntos…

Cuando Juan conoció a Lucia su vida tomo color. Ella era toda alegría y le daba ese cariño que siempre anhelo. Desde bien joven creyó en el amor y deseaba con toda su fuerza que llegase. Por ello cuando conoció a Lucia, la chica más guapa del barrio según sus ojos, su vida cambio. Se entrego a ella de principio a fin. La cuidaba, la respetaba y sobre todo la amaba. La amaba con todo su ser. Era su primer amor, su primera vez y rezaba por que fuese el único en su vida. Nunca se hubiera imaginado su vida sin ella. Ella lo era todo y por ello lucharía. Además tenía la suerte de que ella le correspondía con la misma intensidad. Ambos eran sinceros y honestos con sus sentimientos. Eran la pareja perfecta a los ojos de todo el mundo.

Un día, Lucia le comunico la segunda alegría de su vida. Estaba embarazada. Ambos habían engendrado a una criatura fruto de su amor. Quizás era un poco pronto, o quizás eran muy jóvenes, pero no les importaba. Aquel niño nacería en una familia repleta de amor y seria feliz. Quizás no seria el niño que más consolas tendría, ni el que mejor ropa tuviese, pero ambos estaban dispuesto a darle todo.

A los siete mese algo vino mal. Lucia estaba teniendo un embarazo complicado y por más cuidados que le daba Juan la cosa no mejoraba. Los médicos no eran muy optimistas y él temía porque la vida de sus amores estuviese en peligro. El joven buscaba segundas opiniones, se movía todo lo que podía e incluso tiro de la fe, algo que nunca había hecho. Él no era muy devoto a la hora de creer pero la esperanza era lo último que podía perder y se agarró a todas las cuerdas posibles.

De nada le sirvió, a Lucia se le adelanto el parto y su vida quedo en aquel quirófano. El niño sobrevivió y a pesar de que le costó meses salir adelante, consiguió ver la mirada de su amada en ojos de su hijo. Por él lucho.

Hoy es un hombre hecho y derecho y su hijo un joven bien cuidado. Pero aunque haya seguido luchando, aunque consiguiera salir de aquel pozo, no ha vuelto a enamorarse. Tal como le prometió en su día, ella fue, es y será la única mujer de su vida.

Cada noche sale a su balcón, mira a su alrededor y la extraña. A veces, por muy bien que se encuentre, desea que la vida sea justa con él y pueda rencontrarse con Lucia. Solo desea que la vida le devuelva aquello que le quito, su feliz y su único y verdadero amor.