Hoy os dejo un nuevo relato. Lo subiré en dos partes para que no se haga muy pesado de leer en una tirada. ¡¡Espero que os guste!!
¡¡Mil Besos y Hasta Pronto!!
Creyendo De Nuevo - 1ª Parte
Era una tarde fría, Sonia no sabía que temperatura marcaban los termómetros, pero ella estaba helada. Había oído en el telediario que una ola de frio se había apoderado de toda España y ella, no lo sobrellevaba nada bien. Siempre prefirió el sol y el calor, a los días cortos y el frio del invierno.
Salir de trabajar, ya de noche, y encima helada, le vence. Además llegar a casa tampoco le consuela. Desde que vive sola, desde que hace dos años ella y su novio rompieron, intenta ahorrar todo lo posible y se niega a enchufar la calefacción por lo cual ni en casa termina de estar a gusto y caliente.
Para rematar, también ha tenido un mal día en el trabajo. Sabe que la cosa no esta para bromear y por ello aguanta la explotación de su jefe, pero a medida que pasan los días sabe que no quiere acabar en esa oficina. Aquel no es su lugar y si no tuviese un piso que mantener, habría dejado el trabajo hace ya unos meses.
Hoy solo le consuela llegar a casa y meterse una larga ducha de agua caliente y vaguear en la bañera como una cría. Si no fuese por esos momentos de intimidad que intenta tomarse siempre que puede, habría caído en depresión.
Desde que su pareja y ella lo dejaron nada le sale bien. Siempre supo que su vida a su lado no seria algo como para tirar cohetes. Lo quería mucho pero no formaban la pareja perfecta, discutían a menudo y veían la vida de forma diferente. Sin embargo, a su lado parecía tener como un talismán de la suerte. Contaba con una buena estabilidad económica, trabajaba en un lugar donde la valoraban y tenía bastantes amigos con los que pasar su tiempo libre. Cuando lo dejaron ella tuvo que cambiar de ciudad, la empresa donde había estado trabajando quebró a raíz de la crisis y por más que lo había intentado tenia pocas amistades con quien salir. Toda su vida había girado por completo y aunque es una chica fuerte no siempre es capaz de ver la luz entre tanta oscuridad.
Nada más entrar en su portal, un gran cartel en el ascensor le sorprende:
“Queridos vecinos, hasta las 21.00 horas de hoy no dispondremos de agua corriente. Ha habido una gran avería, estamos trabajando en ello. El presidente.”
¡Esto es increíble! Piensa. Hoy todo le sale mal y esta furiosa. No entiende que ha podido ocurrir en el bloque estas horas que ella ha estado fuera pero que llegue a casa y que no pueda tomarse la ducha que tanto anhela la enfada.
Ella esta alquilada y no conoce quien es el presidente del edificio. Tampoco es que conozca a muchos vecinos pero ahora le gustaría poder estar al tanto de todo y pedir explicaciones. Se resigna y se monta en el ascensor, ya habrá tiempo de reclamar si no lo arreglan pronto, ahora no puede hacer nada, o mejor aun, no se encuentra con fuerzas.
Al entrar en casa, el mundo se le cae encima. Tiene todo desordenado y el piso necesita una buena mano de limpieza, pero nunca encuentra tiempo. Suelta su bolso y se pone su pijama rosa. Es un pijama muy infantil, lo tiene desde hace años, es de muñecos y aunque no le favorece, se siente a gusto con él. Es abrigado y le trae buenos recuerdos, fue de los últimos regalos que le hizo su abuela antes de que falleciera.
No le da tiempo a tirarse en su sofá a descansar cuando suena el interfono del portal.
- Si, ¿Quién es? –pregunta desganada y sobresaltada. No suele tener visitas y menos a esas horas tan tardías.
- Hola, soy el técnico que esta arreglando la corriente de agua. ¿Podría abrirme?
- Si, claro –dice pulsando el interfono.
Sonia esta confusa. La voz de aquel hombre es dulce y suave, e incluso se puede intuir que es joven, nada similar a los técnicos que ella conoce. Le ha gustado su tono de voz, suena varonil y correcto. Lo que le extraña es que la haya llamado a ella en vez de a otro vecino o al presidente. Normalmente nunca esta en casa y menos aun es conocida. Quizás haya sido casualidad pero le desconcierta esa llamada.
No le da tiempo a asimilar su confusión cuando suena el timbre de su puerta. Extrañada se acerca. Antes de abrir se asoma a la mirilla a ver de quien se trata, es una manía que tiene desde pequeña.
Cuando se asoma, lo ve. El chico que esta tras la puerta lleva puesto un uniforme azul de trabajo. Es alto, moreno, intuye que es poco mayor que ella y aunque no lo puede ver con claridad, se ve que es un chico bastante atractivo.
Antes de abrir se arregla como puede con las manos su pelo y se endereza su pijama. No es que pueda hacer mucho en tan poco tiempo, pero inconscientemente se intenta arreglar más de lo que esta. Nerviosa abre la puerta.
- Hola –dice con la voz entrecortada.
- Buenas tardes. Soy Moisés, el técnico que esta arreglando la corriente de agua.
- Ah, dígame –dice confusa.
- Veras, llevamos todo el día trabajando en la avería e intuimos que la clave del atasco podría estar en su baño. ¿Puedo pasar?
- ¿Un atasco? –pregunta cuando le cede amablemente el paso con los brazos.
- Si, te explico –continua mientras pasa al interior del piso-. Esta mañana nos llamo un vecino de que salía agua por su baño. Como comprenderás hemos tenido que parar la corriente para poder solucionar el problema. Tu piso al ser de la última planta puede ser el detonante del atasco. Con esto no quiero decir que sea culpa tuya, pero si de la bajante de las tuberías. Por ello necesito pasar y revisarlo. Podríamos haberlo hecho esta mañana, pero hasta ahora no la hemos localizado.
- Si, acabo de llegar. Estaba trabajando –confiesa.
- No se preocupe, no creo que tarde.
Sonia lo deja pasar y le indica donde esta el baño. Aquel chico es bastante mas atractivo que lo que intuyo tras la mirilla. Tiene el pelo despeinado y una pequeña barba de varios días que le da un toque desenfadado y sexy. Tiene unos ojos grandes oscuros y una sonrisa de anuncio. Además es muy agradable y correcto. No es que eso sea una cualidad que a ella le suela llamar la atención pero en este chico lo hace aun más atrayente.
La joven lo observa mientras trabaja. Se nota que el muchacho entiende sobre ello y que trabaja con empeño, al menos no ha perdido la sonrisa entre llaves inglesas y tuberías.
- Oye perdona, ¿quieres tomar algo? –pregunta cortada.
- No gracias, quizás luego –le dice con una gran sonrisa.
- Como quieras –responde desilusionada.
Moisés deja lo que esta haciendo, se ha dado cuenta que la luminosidad de la joven se ha perdido con su respuesta y quiere remediarlo.
- Bueno, quizás, si la oferta sigue en pie, me tomaría un vaso de coca cola fresquita. Si es que tienes.
- Si claro, ahora mismo –le dice mientras se dirige rápidamente a la cocina.
4 Corazones:
Ya quiero saber el final!
Hay algo entre los dos *-*
Besos!
U.u ahí hay love ;)
Jajajaja, que ganas de saber el final!^^
Besus :P
huum!
Qué curioso!
A ver que nos depara el final!
Besos!
bonita historia :)
te sigo :D
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