¡¡Hola chic@s!!
¿Cómo estáis? Si, ya sé, yo algo perdida... la falta de tiempo me impide estar más por el Blog.
Hoy os dejo un nuevo relato que escribi ayer, espero que os guste.
¡¡Mil Besos y Hasta Pronto!!
JUNTO A LAS ESTRELLAS
Hola corazón:
Ayer te
espere. Estaba sentada junto al árbol cerca de la casa donde pasamos
este fin de semana, ¿lo recuerdas? Aquel que ya no tenía casi hojas y te
comente que el otoño se había cebado con él. Tú te reíste, siempre te
hicieron gracia mis ocurrencias, yo te sonreí, y nos alejamos de allí.
Si, ya sé que fue un comentario sin más, que seguramente para ti aquel
lugar no te dijera nada, o quizás sea yo la ilusa pero aquel momento
quedo grabado en mi corazón, como todos los que vivo a tu lado y aquel
árbol, para mí ya formo parte de nuestra historia.
Que boba,
¿verdad? Hablo de nuestra historia cuando soy consciente de que entre y
yo no hay nada. Si, somos grandes amigos, juntos formamos un buen
equipo y confiamos el uno en el otro. Pero no hay nada más allá que una
bonita amistad. Como tú dices, casi no nos conocemos, aun falta mucho
camino por recorrer y solo el tiempo dirá que nos depara para nosotros.
Si te soy sincera, si pienso con la cabeza, estoy de acuerdo contigo.
Pienso que es verdad, que necesitamos más, pero si pienso con el
corazón, te diría que no me contaras historias, que el tuyo no sé, pero
el mío bombea a cien cuando estoy a tu lado. ¿Acaso eso no es una señal?
Yo no tiemblo cuando estoy con un amigo y contigo soy un flan. Tanto
que hasta temo que se me note y te des cuenta de lo débil que soy a tu
lado.
¿A qué venía esto corazón? Me pierdo cuando te escribo y no consigo decirte todo lo que quiero.
Sé que
soy una risueña. Me encanta crear situaciones en mi mente que me hagan
sonreír sin más. Me encanta recordar todo aquello que me hace feliz y
recrearlo hasta que ese recuerdo sea infinito en mi corazón. Adoro soñar
despierta. Por eso, ayer fui hacia el árbol.
¿Te
acuerdas que hace un par de noche bromeábamos sobre las estrellas? Tú me
dijiste que estabas a la segunda a la derecha, yo intente
fotografiarlas desde mi casa y regalártelas. ¿Te acuerdas? Si, ya sé que
fue una tontería más de las nuestras, que no debía darle más
importancia. Pero lo siento, lo hice. Nunca nadie me había dicho nada
similar, aunque todo fuese en broma. Aquella situación que creamos
consiguió que yo me fuese con la sonrisa más enorme del mundo a la cama.
Si alguien me hubiese visto, seguramente hubiese pensado que estaba
loca, pero solo estaba radiante. No me vi, pero apuesto que mis ojos
brillaban como hacía tiempo que no lo hacían.
Cuando
vimos aquel árbol, intuí que sentada desde ahí al anochecer se deberían
ver bien. El cielo estaba despejado y no hacia frio, así que fui hasta
allí. Aproveche que tú estabas ocupado, que estabas divirtiéndote para
que no me vieses salir. Si, ya sé lo que estarás pensando, que los
cuentos cuentos son y que como ibas a adivinar tu donde iba a estar yo
metida. Lo sé, llevas razón, si no te aviso, si salgo de allí como una
ladrona y no doy explicaciones, es casi imposible que sepas donde estoy,
pero me hubiese gustado que si lo supieses. Me hubiese gustado que
hubieses recordado el árbol, las estrellas y que hubieses pensado en mí.
Me hubiese gustado que mis sueños se hiciesen realidad y no verme sola
allí sentada.
¿Sabes?
No te escribo para culparte, ni para recriminarte que tu no sintieras ni
sientas lo mismo que yo. Solo te escribo para decirte que si algún día
piensas en mí, me extrañas o me anhelas, yo estaré ahí, junto a las
estrellas a la espera de alumbrar tu vida como aquella noche mis
recuerdos, mis sueños y mis sentimientos hacia a ti, alumbraron la mía.
Siempre tuya.
1 Corazones:
Qué bonito. Me encanta...
Solo he encontrado un pequeño error: soy consciente de que entre y yo no hay nada.
Falta el tú :)
Gracias por el relato.
Besos.
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