Os dejo aquí el relato enviado por nuestra amiga Naguoki - ana_huelva_80. Espero que os guste. Me comenta que es su historia. ¡Leerosla! Es una historia de amor verdadera. No hay nada de ficción en ella.
Recordad que solo quedan 10 días para que enviéis vuestros relatos. ¡ Animaros ! Es fin de semana, encontraréis un ratito para escribir seguro. No lo dudéis. Hay un buen premio en juego.
Podéis encontrar todas las bases del concurso AQUÍ.
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El amor del “Príncipe House” y la “Princesa pelirroja arisca”
“Y aunque nunca se sepa que pasara yo confió, confió en el amor, confió en el
momento, confió en esto”.
Hace no mucho tiempo había una princesa que no tenía cara de fresa, no era demasiado
guapa pero tampoco era fea, había tenido algún que otro príncipe pero los zapatos que le
dieron para ver si ella era su cenicienta no le sentaron bien, así que la princesa estaba sola.
Llevaba muchos años solas, al comienzo a la princesa le costó acostumbrarse a salir otra vez
con sus amigas y echaba de menos las horas muertas en el sillón, con los dedos entrelazados o
tocándose las orejillas y la nariz. Pero se acostumbro y vivió la vida hasta más allá de las doce
porque ya dejo de ser cenicienta para nadie.
Un día la princesa decidió meterse en eso de las “redes sociales” y se encontró muchas
ranas que aunque las besaras nunca se convertirían en príncipes, ya estaba aburrida, ella solo
buscaba más amistades para ocupar algunas de las horas libres que tenia. Pero un día, le llamo
atención una foto y la profesión del príncipe, porque ahora los príncipes trabajan, sino como
pueden comer perdices y terminar bien los cuentos, pensadlo, es imposible.
El era enfermero, ella era estudiante de enfermería y secretamente y aunque dijera que
no, la foto le gusto, tenia gafas como a ella le gustaban los chicos y al hablar con el vio que era
muy inteligente y divertido. Paso horas y horas hablando con el y el príncipe se perdió “house”,
serie de la que incluso no le cogía el teléfono a su madre cuando salía por la tele y es que en el
fondo el se identificaba algo con el personaje.
Cuando la princesa escucho eso, levanto una ceja y pensó: “¡Dios mío, House, increíble!.
Siempre me gustan los tipos difíciles.”
Era viernes tarde, hacia sol y la princesa estaba aburrida, además no podía quitarse de la
cabeza al “príncipe House”, así que se conecto y lo vio allí, presta le dijo que si se tomaban un
café, no es que tuviera demasiada curiosidad por conocerlo, apenas habían hablado dos días
aunque si muchas horas, pero era un día maravilloso y no para quedarse en casa.
La princesa se arreglo y salió con sus sandalias doradas y altas a la terraza más cercana,
espero en la puerta, las mariposas del miedo a que te planten revoloteaban en su barriga y
entonces apareció con una chaqueta de cuero y hablo.
Lo primero que pensó la princesa es que si que era “el príncipe House” porque parecía
muy seco y cortado, pero además, no tenia acento de su ciudad, era “extranjero” como el
mismo actor de House que es ingles y la serie es americana.
La princesa procuraba no reírse pero su acento le hacía gracia y le atraía a partes iguales.
El sol se escondió y empezó a hacer frio, “El príncipe House” puso sus piernas entre las
de la princesa y como la princesa era un poco arisca dos ideas se le cruzaron por la cabeza: Una
fue quitar la pierna y soltar una bordería digna del mismo House o mirar como Dexter cuando
no está de buen humor y la otra fue es más un sentimiento, una calidez. Se estaba calentito y
tenía las piernas frías, así que las dejo allí.
Siguieron hablando y así, y con un beso, empezó una historia de amor entre “el
príncipe House” y la princesa a la que ella llamaba “la arisca pelirroja”. Pero el caso es que
sería por eso que se entendían, tuvieron sus más y sus menos porque eran personas de
carácter.
“El príncipe House” se dio cuenta que la “princesa” podía ser SU princesa pero él tenía que
irse lejos pronto, así que siempre decía que el amor no duraba. Eso le dolía profundamente
a la princesa pelirroja y arisca pero de buen corazón, hasta que un día la princesa hizo oídos
sordos a las palabras del príncipe, porque lo que le ocurría al príncipe era simplemente que se
había enamorado sin esperarlo y no sabía cómo encajarlo y entonces le dijo:
“Y aunque nunca se sepa que pasara yo confió, confió en el amor, confió en el
momento, confió en esto”.
“Y aunque nunca se sepa que pasara yo confió, confió en el amor, confió en el
momento, confió en esto”.
Hace no mucho tiempo había una princesa que no tenía cara de fresa, no era demasiado
guapa pero tampoco era fea, había tenido algún que otro príncipe pero los zapatos que le
dieron para ver si ella era su cenicienta no le sentaron bien, así que la princesa estaba sola.
Llevaba muchos años solas, al comienzo a la princesa le costó acostumbrarse a salir otra vez
con sus amigas y echaba de menos las horas muertas en el sillón, con los dedos entrelazados o
tocándose las orejillas y la nariz. Pero se acostumbro y vivió la vida hasta más allá de las doce
porque ya dejo de ser cenicienta para nadie.
Un día la princesa decidió meterse en eso de las “redes sociales” y se encontró muchas
ranas que aunque las besaras nunca se convertirían en príncipes, ya estaba aburrida, ella solo
buscaba más amistades para ocupar algunas de las horas libres que tenia. Pero un día, le llamo
atención una foto y la profesión del príncipe, porque ahora los príncipes trabajan, sino como
pueden comer perdices y terminar bien los cuentos, pensadlo, es imposible.
El era enfermero, ella era estudiante de enfermería y secretamente y aunque dijera que
no, la foto le gusto, tenia gafas como a ella le gustaban los chicos y al hablar con el vio que era
muy inteligente y divertido. Paso horas y horas hablando con el y el príncipe se perdió “house”,
serie de la que incluso no le cogía el teléfono a su madre cuando salía por la tele y es que en el
fondo el se identificaba algo con el personaje.
Cuando la princesa escucho eso, levanto una ceja y pensó: “¡Dios mío, House, increíble!.
Siempre me gustan los tipos difíciles.”
Era viernes tarde, hacia sol y la princesa estaba aburrida, además no podía quitarse de la
cabeza al “príncipe House”, así que se conecto y lo vio allí, presta le dijo que si se tomaban un
café, no es que tuviera demasiada curiosidad por conocerlo, apenas habían hablado dos días
aunque si muchas horas, pero era un día maravilloso y no para quedarse en casa.
La princesa se arreglo y salió con sus sandalias doradas y altas a la terraza más cercana,
espero en la puerta, las mariposas del miedo a que te planten revoloteaban en su barriga y
entonces apareció con una chaqueta de cuero y hablo.
Lo primero que pensó la princesa es que si que era “el príncipe House” porque parecía
muy seco y cortado, pero además, no tenia acento de su ciudad, era “extranjero” como el
mismo actor de House que es ingles y la serie es americana.
La princesa procuraba no reírse pero su acento le hacía gracia y le atraía a partes iguales.
El sol se escondió y empezó a hacer frio, “El príncipe House” puso sus piernas entre las
de la princesa y como la princesa era un poco arisca dos ideas se le cruzaron por la cabeza: Una
fue quitar la pierna y soltar una bordería digna del mismo House o mirar como Dexter cuando
no está de buen humor y la otra fue es más un sentimiento, una calidez. Se estaba calentito y
tenía las piernas frías, así que las dejo allí.
Siguieron hablando y así, y con un beso, empezó una historia de amor entre “el
príncipe House” y la princesa a la que ella llamaba “la arisca pelirroja”. Pero el caso es que
sería por eso que se entendían, tuvieron sus más y sus menos porque eran personas de
carácter.
“El príncipe House” se dio cuenta que la “princesa” podía ser SU princesa pero él tenía que
irse lejos pronto, así que siempre decía que el amor no duraba. Eso le dolía profundamente
a la princesa pelirroja y arisca pero de buen corazón, hasta que un día la princesa hizo oídos
sordos a las palabras del príncipe, porque lo que le ocurría al príncipe era simplemente que se
había enamorado sin esperarlo y no sabía cómo encajarlo y entonces le dijo:
“Y aunque nunca se sepa que pasara yo confió, confió en el amor, confió en el
momento, confió en esto”.
6 Corazones:
Bueno si, es mi historia real, historia que aun estamos viviendo con sus mas y sus menos pero como dije en la frase, la base de todo es la confianza y creer, si uno no cree, le es imposible conseguir nada.
Espero que os haya divertido ^_^
Hombre pinta una situacion complicada, pero es cierto lo que dices, si hay confianza el amor puede perdurar!! Mil besosss
Es dificil porque hoy la vida es complicada de por si, si no consigues trabajo en tu ciudad tienes que irte a otra, porque tienes que comer y es asi, no puede ser de otro modo. Yo no tengo problemas para moverme (menos mal) pero si esta itinerante por toda España no puedo ir detras de el, porque si esta solo uno o dos meses en una ciudad, podria ir a verle pero no establecerme con el. Esto sera con el tiempo.
Como dice la historia ambos tenemos un caracter fuerte, imagina el dice que tiene algo de "House" (y hasta fisicamente se le parece pero con menos años, claro... Es rubio, ojos claros, barba de un par de dias... calcado) y es complicado de llevar. Yo tambien tengo unos prontos "chungos" pero bueno, estamos unas horas cada uno a sus cosas o un dia y al otro estamos juntos como si nada hubiera pasado, mas pegados que nunca. Lo cierto es que si, hay que tener mucho aguante y ser muy especial para llevar una relacion asi, pero si no se intenta no se gana, no? Eso siempre pense.
Ta claro cielo, como dice el refran... kien no llora, no mama y k razon...
Yo tb tuve una relacion a distancia xo m duro poco. En cuanto m asegure, lo deje todo por él y a dia de hoy no me arrepiento de nada en absoluto. Soi la mujer mas feliz al lado d el. Pero claro, él al menos si taba asentado en un lugar...
Nos toca esperar y creer, de eso va mi historia, de que si uno no lucha o no cree aunque sea un poco y sea sobre todo por dentro, las cosas no se consiguen, y si no salen pues... Que te quiten lo bailao! :P
Si no salen, al menos los as intentado... k no se kede en una oportunidad perdida...
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