miércoles, 2 de noviembre de 2011

Relato Miriam - Gincana Literaria

AMOR A PRIMERA VISTA

La noche era fría y la calle esaba mojada. Yo venía de trabajar, cansada y con ganas de llegar a casa. De repente, vi pasar
a un hombre, alto, moreno, un hombre que no había visto nunca, pero que en los pocos segundos en que lo divisé, me dejó
perpleja, sin palabras, anonadada. Realmente, me quedé en estado de shock. Yo no creía en el amor a primera vista, pero
esa fue la excepción que cumplió la norma.

Como he dicho antes, estaba cansada, y tenía mcuhas ganas de llegar a casa, pero no podía dejar escapar a aquel hombre,
por lo tanto, lo seguí. Como era muy alto, cada paso que él daba, eran 3 míos, y yo tenía que andar bastante rápido para
poder alcanzarlo y no perderlo de vista.

Corrí como una loca! ¿Qué pensaría de mi la gente? Bueno, a esas horas no había mucha gente en la calle... pero tampoco
me paré a pensar el ridículo que estaría haciendo. Sólo pensaba en una cosa: llegar a el.

Cuando por fin lo alcancé, fui caminando detrás de él como si nada. No se hacia dónde iría, pero me estaba alejando de mi
casa bastante, y todo eso tendría que retrocederlo luego, pero no me importaba. Finalmente, se metió en una portería.
Ya no pude hacer más. ¡Qué rabia! Pensé en colarme en su edificio en plan, ¡Hola, soy la repartidora de pizzas! pero creo
que no iba a colar... así que me fui, el doble de cansada a casa, pero con la sonrisa de enamorada y pensando en él.

Al día siguiente, cuando salí del trabajo, volví a verlo. Esta vez, no iba a dejar escapar la oportunidad. Le dije: - Hola, tienes
hora? A lo que él me respondió: - Sí, son las once menos cuarto. Yo, no sabía que más decirle, me quedé de nuevo en
estado de shock. Volví a mi, y le dije: Bueno, me voy, que es muy tarde... gracias! y él, se ofreció a acompañarme a casa,
porqué decía que había muchos ladrones y mala gente por la calle a esas horas y no se fiaba. Volví a quedarme maravillada.
Contesté que sí, obviamente. Mientras andábamos, me dijo que se llamaba Javier, y que tenía 24 años y estaba acabando la
carrera de medicina. Me estuvo contando también, que vivía solo, que le gustaban los animales, el teatro y la música, y que
le enantaba el tennis. Después de una larga caminata hasta mi casa, no quería que ese momento se acabara. Le di las gracias
por acompañarme, y se dio media vuelta para irse. De repente, le dije: - Javier! Él se giró. No sabía cómo alargar ese momento,
ni qué hacer. De repente, le planté un beso. El alejó sus labios y me miró a la cara. Yo, pensaba que iba a rechazarme, y lo miré
pensandoq ue había hecho el ridículo más espantoso de mi vida. Me miró unos segundos y siguió el beso. Para que luego digan
que el amor a primera vista no existe...

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