¡¡13º Carta Concurso San Valentín!!

¡¡Hola Chic@s!!

Hoy os dejo la decimotercera carta que hemos recibido para el concurso que tenemos organizado por San Valentín. ¡¡Solo quedan nueve días para que finalice!! Espero que os guste y la disfrutéis.

¡¡Un Beso y Hasta Pronto!!

Nick: Mil y Una Historias

¿Cómo quieres que te llame: Cariño, amor, mi vida, lo que nunca tuve, o lo que nunca tendré?

Pues, si me dejas elegir a mí, te llamaría “lo que nunca tendré”.

¿Por qué? Pues porque esto se acaba aquí. No hay manera de que esto, lo mío continúe. No hay manera ni forma de que tus labios vuelvan a besar la comisura de mis labios.

Dios, te amo. Te amo, pero tú no lo sabes. Desconoces que la “A” que suelo tatuarme en las muñecas es la primera letra de tu nombre. Desconoces que estoy enamorado de ti desde el primer día en que decidiste chincharme. Desde los días en que me defendiste de cualquier daño. Desde que… Bueno, no sabría decir desde cuando, pero al parecer, es desde siempre.

Recuerdo cuando parecía que querías besarme, aunque tuvieses novia. Recuerdo cada abrazo, y el olor de tu piel, a colonia de chocolate.

Recuerdo que yo también tenía esa colonia, y cada vez que me la echaba, te recordaba. Aspiraba hondo, porque no quería que ese suave olor desapareciese. Ese suave olor era tuyo, y nada más que tuyo. Y ese perfume, me recordaban a tus abrazos.

Recuerdo lo pillado que he estado por ti. Recuerdo cuando salí del armario delante de toda la clase, y tú, a pesar de tu religión, me apoyaste. Recuerdo que pensé que no me apoyarías si supieses que estaba jodidamente enamorado de ti.

Te vas, y nunca más tendré la sensación de que estás enamorado de mí. Nunca más tendré la necesidad de mirarte mientras estás distraído, no. Ya nunca más necesitaré de ti, de tu aroma, de tu mirada. Esa mirada perfecta que se me clavó en el corazón. Ojos color marrón, depende del sol que se vuelvan naranja o negros. Te vas, y con él, dejas un corazón roto, la imagen del beso que le diste a tu novia nada más verla, cuando saliste del instituto.

Simplemente, es cuestión de tiempo que quedes vivo, de la manera de la que quiero recordarte, a mi lado, besándome, abrazándome, en mi casa. Es cuestión de tiempo que vivas en mi recuerdo, pero es cuestión de una vida entera que te vayas a mi olvido.

Jamás te daré esta carta, jamás te diré que te amo. Pero déjame prometerte algo, algo que nunca antes te han prometido. Te amaré siempre, o por lo menos, lo intentaré. Pero lo haré en secreto, porque aunque lo gritase desde la terraza del edificio más alto del mundo, tú y yo no podríamos estar juntos. Y déjame escribirte algo que nunca te diré:

Yo no quería apartarme de tu camino, de tu vida. Fuiste tú quien decidió marcharse, y dejarme aquí, con un “te amo” en la boca.