Hoy un nuevo relato. Espero que os guste.
¡¡Mil Besos y Hasta Pronto!!
Siempre Tú
A veces la vida nos juega malas pasadas, ¿verdad mi amor? Nunca tuvimos una relación fácil ni corriente. Todo empezó de forma precipitada, sin creer ni en nosotros mismos. ¿Te acuerdas? Nos conocimos por casualidad. Yo paseaba con mis amigas cuando tropecé y tú te acercaste como un ángel teniéndome tu mano. Aun por más veces que me lo intentas explicar, no entiendo ni como ni donde estabas para que llegases tan rápido. Aquella caída tomo un antes y un después en nuestras vidas y no únicamente por la suerte de haberte encontrado. Aun, después de estos años, no se si tuve suerte o fue el peor día de mi vida. Al tropezar me rompí la pierna, con tan mala suerte que no es la misma desde entonces. ¿Recuerdas mis lágrimas de dolor? La rotura nunca soldó y ahora cojeo. Aquella caída tuvo como consecuencia la discapacidad que hoy me limita. Sin embargo a ti, no te importo. No me conocías y me apoyaste desde cero. Supiste darme todo lo bueno que ahí en ti y comprendiste mi malestar, mi indignidad y mi dolor. ¿Por qué lo hiciste? ¿Qué te llevo a estar ahí?
Cuando te digo que ojala me hubieses conocido estando bien tu me dices que nada hubiese sido igual, incluso me dices que quizás ni te hubieses enamorado de mi. Me repites una y otra vez que me quieres tal como soy a pesar del agrio carácter que he adoptado tras la caída. ¿Por qué? ¿Por qué me cuesta tanto entenderte mi vida? Yo antes era una chica alegre, divertida, risueña y con sueños locos por cumplir. Después de aquello estoy borde, arisca y fría. ¿Cómo puedes preferir a mi yo de ahora? ¿Por qué lo tienes tan claro?
Perdóname si dudo, sé que me quieres, me lo demuestras cada día, pero será el miedo que me abruma. Ahora soy una chica insegura y tengo verdadero terror a verme sola. Tenerte es un regalo e intento valorarlo día tras día pero soy incapaz de alejar el miedo que tengo a perderte. Mi peor pesadilla seria que te fueses con la misma rapidez que llegaste. Tú para tranquilizarme me pides matrimonio cada noche, cuando dormimos abrazados en nuestra cama y yo a día de hoy sigo negando tu propuesta. No es que no quiera casarme, lo que no quiero es que sientas la obligación de estar a mi lado solo por la firma de un papel. Así estamos bien y si en algún momento la situación te agobia, puedas irte sin mirar atrás. A pesar de mis miedos, es lo que debes hacer si así lo sientes. Yo si que te pido que me prometas que lo harás. No me gustaría ser nunca un cargo para ti, ni sentir que privo tu libertad. Prométemelo mi vida…
3 Corazones:
Oh, qué triste y bonito^^
¡Me encanta!
Es muy bonito y también triste.
Un beso :)
Me alegra k os haya gustado!! Taba triste y me salio eso jaja. Un bsooo^^
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