Cinco años... :(

Hoy hace cinco años que te marchaste y aun sufro tu ausencia como si me dejaras ayer. Siempre supe, siempre temí, que el día que me faltaras yo no volvería a ser la misma y que razón tenían mis temores...

Desde que te fuiste siento un vacio tan grande y tan profundo en lo más hondo de mi alma que sé que nunca más llenare.

Siempre fuiste el pilar de mi vida. Por ti hubiese dado todo lo que tengo, por ti hubiese dado mi vida sin ni siquiera pensarlo, por ti hubiera dado cada centímetro de mi piel. Tú lo has sido todo para mí y lo sigues siendo aunque ya no estés.

Mucha gente me dice que debo empezar a vivir, a mirar hacia delante y sobre todo a hacerme a la idea de que ya no estás. Pero no puedo, no puedo imaginar mi vida sin ti. Cada momento que vivo, cada situación nueva que se me presenta o cada ilusión que tengo, quiero que tú la vivas conmigo. Sé que mucha gente me tomara por loca porque te hablo por las noches mientras lloro, porque creo que te siento cuando me siento sola y porque estoy segura de que me acompañas desde donde estas, pero no me importa. 

A veces dudo si es mi fe cristiana o mi subconsciente lo que me hace creer tal cosa, pero también me es indiferente. Si de verdad existe algo donde todos vamos cuando morimos, estoy deseando rencontrarme contigo y si no lo existe, doy gracias por tener un amor tan grande por ti que hace que mi mente trabaje por si sola y cree ilusiones que siempre me hacen sonreír.

Como bien sabes, no hay día que no te nombre. Sigues estando muy presente en mi vida. Siempre recuerdo momentos que vivimos juntos o sueño imaginando como vivirías conmigo los momentos que ahora vivo. Cuanto daría porque siguieras aquí... creo que ni te lo imaginas. Daria mi vida por un minuto contigo. Muero por abrazarte... 

Sé que desde hace cinco años ya no es posible y me jode. Si, ya sé que no te ha gustado nunca que dijera palabrotas, pero no me sale otra expresión. Cuando veo a mis amigos o mis familiares disfrutando con su padre o incluso peleando con ellos, muero de la envidia. Sera que soy una niña caprichosa, pero te quiero conmigo. No es difícil de entender, ¿verdad?

Echo en falta que no seas participe de mi actual vida, ni que no hayas podido conocer a toda la gente que he conocido estos años y me han hecho tan feliz... ¡Me da rabia que la vida me haya hecho soportar algo tan duro y cruel! Soy joven, joder, y necesito a mi padre junto a mí...

Solo de pensar que algún día me casare y que no podrás acompañarme al altar, o... que nacerán mis hijos y que no conocerán nunca a su abuelo... o más simple aun, que tenga un desengaño y no pueda correr a tus brazos me destroza el alma.

Quizás sea una egoísta y una idiota por solo pensar en mi y no recordar los dolores que acabaste soportando, pero es que no puedo pensar de otra forma papa. Tú eres mi felicidad y lo siento, pero desde que te fuiste, no consigo ser la misma. Tú eras mi vida y sin ti, yo no sé dónde ir. Tú siempre fuiste mi ídolo, mi afán de superación, mis ganas de crecer y ser una gran mujer, pero ahora que no estás, me siento tan perdida... No sé cómo actuar, ni si lo estoy haciendo bien, ni si te sientes orgulloso de mí... Me siento tan sola sin tu amor...

Papa... supongo que este dolor nunca se me ira. Siempre estará grabado en mi alma, siempre será como un pequeño puñal que me destroza por dentro, pero perdóname si te hago sentir mal, pero entiéndeme... La vida me regalo al mejor padre del mundo para quitármelo cuando más lo necesitaba...

Te quiero papa, te quiero con toda mi alma y te extraño con todo mí ser... Pasen los años que pasen yo siempre te recordare y te amare con todas mis fuerzas. Nada cambiara, lo sé.

Te adoro...