17 de enero de 2013
Hoy es 17 de enero, si lo sé, en principio no
tiene nada en especial. Seguramente para muchos sea un día normal, un
jueves de tantos que están en medio de una larga semana de
trabajo/estudios, sin embargo, yo estoy de aniversario...
Hoy hace cuatro años que llegue a Barcelona y
aunque los días pasen, lo recuerdo como si fuese ayer... Serian las 8 de
la mañana cuando me monte en mi coche (mi nubira blanco que tenía para
aquellos entonces), sin calefacción, con todas
mis “pertenencias” impidiéndome la visibilidad por el cristal trasero y
muy atenta ya que no conocía el trayecto que iba a realizar. Estaba
acostumbrada a conducir y a hacerlo durante horas, pero justo ese
trayecto no lo había hecho nunca e iba sola, nadie
me acompañaba.
Recuerdo que cuando subía por el puerto de
Zaragoza los cristales se me empañaban. Hacía mucho frio y tuve que
dejar la ventana abierta para no estrellarme. Pase todo el camino
tiritando. Además, no quería pagar peajes, así que me toco
viajar por la nacional antigua que aun esta poco preparada para un
viaje tan largo. ¿Como iba a permitirme gastar en un peaje si mis
ahorros eran bien escasos? Con suerte me darían para vivir dos meses,
pero no mucho más. Tenía que vigilar el poco dinero que
tenia, ya que me vine a Barcelona sin expectativas de trabajo. Los
únicos gastos que podía permitirme eran los necesarios para vivir.
Recuerdo que pare a descansar y no gaste ni en desayunar...
Aun así, hacia mucho meses que no soñaba como
aquel día... Tenía una nueva oportunidad, ilusión, ganas de empezar de
cero, estaba feliz y radiante y lo más importante... Estaba enamorada.
Si, enamorada hasta la medula. Enamorada de un chico
más joven que yo, tímido, alegre, guapo y sobre todo con la sonrisa más
bonita que vi jamás. Era perfecto, sabía que a su lado nada me pasaría,
que el cambiar de ciudad a su lado me ayudaría a recuperarme de lo que
deje atrás. Sabía que seriamos amigos, compañeros
y que juntos podríamos comernos el mundo.
Si, es cierto, que no teníamos nada definido,
que ninguno de los dos sabia como saldría aquella aventura... casi no
nos conocíamos y aquello era nuevo para ambos. Pero aun así teníamos
ganas de conocernos, de darnos una oportunidad y de
ser felices.
Él conocía mi pasado, mi presente y el futuro
que podría tener y me apoyaba, me arropaba, me hacía sentir la chica más
dichosa del planeta. Él no temía. Él no tenía un consejo, tenía una
sonrisa siempre para mis adversidades. Que yo tenía
dudas, él me tendía la mano, que yo tenía miedo, él me abrazaba, que yo
dejaba de creer, él me enseñaba todas las cosas maravillosas que tenía
en mi vida...
¿Como no estar enamorada de un chico así? Sabía
que estando a su lado seria la mujer más feliz del mundo... Y no me
equivoque. He sido feliz, he reído, me he sentido querida, amada... me
he sentido risueña, con ganas de soñar, de volar,
de comerme el mundo y nunca tuve miedo... estando a su lado empezar de
cero fue tan fácil...
Si hoy hiciera balance y centrara mi evaluación
en él, venir a Barcelona fue la decisión más acertada que jamás hice. No
me arrepiento de haber venido, de haberlo conocido y de haberme
entregado a él. Es una de las personas más maravillosa
que hay en la tierra. Los que lo conocéis, lo sabéis. Andrés es puro y
transparente. Es tal como se ve...
Estos cuatro años aquí han sido difíciles. He
pasado momentos de todo tipo... Pero he sido feliz... y si lo pienso
fríamente, ha sido gracias a él. Andrés siempre ha sido el motivo de mi
sonrisa... ¿Como agradecer eso? ¿Escribiendo esto
públicamente? No, es un gesto sin más, para momentos y momentos de un
amor verdadero... Pero creo que no se me ocurre otra forma de
agradecerle todo lo que hizo por mí y de la felicidad que él supo y sabe
darme.
“Vida... gracias. Gracias por ayudarme a creer, a
empezar y a nacer de nuevo. Gracias por estar a mi lado en mi etapa por
Barcelona y por acompañarme en todo lo que hemos vivido. Gracias por
quererme, por estar ahí y por hacerme soñar.”
Sé que no solo yo hoy estoy de aniversario...
Quizás esto no sea eterno, quizás estemos
pasando momentos confusos y delicados, pero lo que siempre será eterno
en mi corazón es este infinito agradecimiento y este amor que perdurara
hasta el fin...
Para mí, estar en Barcelona es sinónimo a estar contigo.
3 Corazones:
Feliz aniversario! :D
Uf, se me han puesto los pelos de punta *.*
Dejar tu tierra por amor debe ser muy valiente y encima has tenido la suerte de que ha salido bien.
Con textos como este vuelvo a creer en el amor.
Un beso y felicidades a los dos =)
Uff, madre mía. Me quedado sin palabras. Es muy bonito todo lo que has dicho.
Besitos
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