Un Precio Alto Por Soñar - Parte II

¡¡Hola Chic@s!!

Hoy os dejo el desenlace del relato de ayer. Espero que os guste y os sorprenda.

¡¡Muchos besos y Hasta Pronto!!


Un Precio Alto Por Soñar - Desenlace

… Aquel lugar estaba cerca del rio que bañaba la ciudad. Era un descampado donde no se veía más allá de la carretera. Si no hubiesen llegado en moto, no habrían podido llegar hasta allí andando. Aquel lugar estaba bastante alejado del instituto y del barrio de Blanca.

- ¿Qué hacemos aquí? –pregunto la joven desconcertada.

- ¿Acaso no te lo imaginas?

Oscar aparco la moto en medio de la nada e invito sutilmente a Blanca para que la acompañase. Abrió su mochila y saco una vieja toalla que extendió para que ambos pudiesen sentarse.

Blanca, confundida, se sentó a su lado. Por un momento se arrepintió de estar allí. Los consejos de su amiga y todos los rumores sobre su acompañante aparecieron en su mente atormentándola y comenzó a sentir un miedo atroz.

Oscar, a su vez, comenzó a besarla. Ella, asustada, se dejaba hacer. Sus besos cada vez eran más húmedos y penetrantes. La lengua del joven recorría toda la boca de la chica y Blanca sentía que le faltaba el aire. Se sentía ahogada e incómoda en aquella situación.

- Para, para por favor –le suplico.

- ¿Qué pare? ¿Por qué? Nos lo estamos pasando bien.

- Yo no, por favor…

- ¿Cómo que tu no? ¿Entonces a que has venido?

Eso mismo pensaba la joven. ¿Qué hacia allí? Ella debía estar ahora mismo en su clase de literatura con sus compañeros, y no allí, en un descampado con un desconocido.

- No lo sé… ¿Puedes llevarme de vuelta al instituto? No debería estar aquí.

- ¿Al instituto? ¿Ahora? ¡Ni de coña! ¡No puedes dejarme así!

- ¿Dejarte, cómo?

La voz de la chica sonaba entrecortada. Oscar no le respondió, la agarro fuertemente y continuo besándola, esta vez, aun de forma más brusca.

Blanca quería gritar, quería salir huyendo de allí, quería correr, pero no tenía fuerzas. Oscar la sujetaba y por más que lo intentaba, él podía con ella. Todos los intentos que hacia eran en vanos e incluso alteraban más al muchacho. Cada vez que ella conseguía soltarse, él actuaba de forma más agresiva. Lo intento, dejo cada parte de ella en el intento, pero no pudo remediarlo, él la tomo por la fuerza y no tuvo en consideración las negativas que la muchacha le suplico. Se sacio con ella hasta que no pudo más, llevándose con él toda la inocencia y el alma de la joven.

Cuando se cansó, la subió a la moto y la dejo “tirada” en la puerta del instituto. De nuevo todas las miradas se centraron en ella, sin embargo, ahora no se oían susurros. La mirada de Blanca estaba empañada en lágrimas, y sus ropas, aquellas que tanto odiaba, estaban rotas y sucias dejando muestra de lo ocurrido. Muchos jóvenes corrieron hasta ella mientras Oscar huía de aquel lugar.

Él acabo pagando por lo sucedido, pero aun así, ella nunca volvió a ser la que fue.