lunes, 27 de febrero de 2012

Angeles Infernales

¡Hola chic@s!

¿Cómo estáis todos? Espero que estéis pasando un buen lunes.
Hoy os dejo otro de mis relatos, a ver que os parece.

Ángeles Infernales
Aún recuerdo el día que el profesor de literatura nos pidió los trabajos. Curiosamente recuerdo que fue un martes, el mismo día que llegaste a clase, pero mi mente no consideró importante retener el nombre de aquel simpático profesor que me alegraba las horas día tras día. Nada más entrar nos mandó callar y te pidió que te presentaras. Recuerdo tus palabras como si las acabaras de pronunciar al igual que el color exacto de tus mejillas, entre el rojo y el rosa. Tu nombre, Sara. A continuación se formó un escándalo increíble. Todo el mundo hablaba de la que sería “la chica nueva” durante las próximas semanas. Cuando me quise dar cuenta estabas a mi lado, pidiéndome por favor que te dejara pasar. Me disculpé y sonreistes de tal manera que los ángeles debieron sentir envidia. Dejaste caer tu mochila a mi lado y noté como intentabas ocultarte de todo tras tu cabello, de un color rojo intenso, que, a su vez, parecía que intentaba refugiarse tras tu oreja, como si sintiera la misma vergüenza que tu.
-Kevin- escuché- ¿ sería usted tan amable de ayudar a su nueva compañera a ponerse al día, por favor ?-Asentí, sintiendo como acababa de brindarme una gran oportunidad para conocer Sara- Y no olvide hablarle del trabajo de Romeo y Julieta.
Esa hora fue mágica, nos dio la hora libre y salimos a ver el instituto. Hablamos y hablamos. De todo y de nada, de mucho y de poco. Cuando sonó el timbre que daba por finalizada la hora salimos a tomar un chocolate al bar de al lado cuyos bollos no eran deliciosos, pero no vaciaban los bolsillos de los estudiantes, que ya de por sí, tenían poco. Allí me preguntaste sobre el trabajo de la más famosa obra de Shakespeare. Y empecé a contarte sobre él, al finalizar tus mejillas volvieron a colorearse. Qué color más hermoso y qué chica tan linda -recuerdo que pensé- hasta los ángeles deben parecer feos a su lado.

-¿Qué te ocurre?-Pregunté con preocupación. Ella negó y levantó sus ojos negros hacia mí. En su rostro había dibujada una sonrisa un tanto celestial.

-¿Ya lo has hecho?- preguntó Sara evadiendo mi pregunta. Asentí.-¿Podrías dejarme el libro? Si no es mucho pedir, claro.
Automáticamente abrí mi maltratada mochila gris- que antes era azul- y le entregué un libro no en mejores condiciones que la maleta bicolor.

-Por supuesto que no me importa. Solo te pido que no le dobles las esquinas ni dejes anotaciones que sean imposibles de borrar después.

-Veo que te gusta leer. Y es una pena, las condiciones que me pones digo, con lo que me gusta un libro lleno de apuntes por todas las esquinas.

Y ahí se acabó nuestra conversación, puesto que llegó un grupo de chicas, entre las cuales estaba Sonia, mi mejor amiga, que se llevaron a Sara a dar vueltas por el recinto escolar. Y allí me dejaron, solo y con el miedo de que aquella chica, a la que solo le faltaban alas de plumas blancas para ser una mensajera divina, destrozara mi tomo de Romeo y Julieta, el único recuerdo que tenia de mi madre.
* * *
-Aquí tienes- comentó Sara mientras me devolvía mi preciado libro- Muchas gracias- comentó mientras depositaba dos rastros carmesí a cada lado de mi cara. -Tengo prisa, pero si quieres, y los ángeles lo permiten, nos vemos esta tarde.
Asentí algo confuso y ella se marchó con esa sonrisa suya que había hecho que me enamorara. Instantes más tarde me encontraba sentado en el autobús de regreso a casa revisando la obra mundialmente conocida. Estaba perfecta, como si no la hubiera leído nadie. Solo había miles de post-it por todas partes, de decenas de colores. Me dediqué a leer las primeras y me sorprendió la hermosura de las palabras que la joven muchacha había escrito. No sólo comentaba la lectura sino que continuaba las conversaciones de una manera que ni Julieta ni Romeo hacían. Con que jugando a ser Shakespeare, ¿no?- pensé. Se escurrió un papel entre las hojas del libro y se posó en el suelo. Empecé a leer:
Querido Kevin:
No he tenido tiempo de quitar las anotaciones de los márgenes
- las que tanto me gustan ¿recuerdas?-
Paré de leer. ¿Es que la pelirroja estaba loca? ¿Cómo no iba a acordarme?
Bueno, en cierto modo solo estoy tergiversando la verdad, lo que ocurre es que quería que las leyeras, que supieras lo que pienso. Porque si te fijas bien no es la historia de dos adolescentes condenados a la muerte las que narran los post-it, si no la nuestra. ¿Suena raro? Yo pienso que sí. Me gustaría que leyeses todas las notas siguiendo el orden marcado, al final
del libro hay otro sobre.
Nos vemos esta tarde, si aún quieres verme y los ángeles lo permiten, por supuesto.
Con todo el amor que soy capaz de ofrecer,
SaRa


Y recuerdo el estrepitoso y mortal ruido que produjo el autobús escolar al dar el frenazo, se produjo todo tan rápido que no tuve tiempo de enterarme de lo que pasaba. Hasta instantes más tarde, que todo el autobús gritaba horrorizado tu nombre, y advertí tu figura, tan hermosa como siempre, rodeada de tu indomable cabellera roja, delante del horrible transporte escolar.
¡Malditos ángeles infernales! ¡Maldita envidia traicionera! ¿¡Teníais que llevaros a ella, acabar con su vida que era mi vida!? ¿No podíais dejar que nosotros, dos jóvenes enamorados, nos viéramos por última vez?
* * *
Querido amor inmortal:
A día de hoy, Sara, aún no. he sido capaz de abrir aquel sobre que contenía el final de nuestra historia. Tengo miedo, lo confieso, a pesar de que hoy hagan cuatro años de tu muerte. Quizá algún día, y solamente quizá, tenga el valor suficiente de rasgar aquel papel y leer tus últimas palabras. Ahora solo soy capaz de llorar sobre la portada de aquella trágica historia, que ya no solo narra la tragedia de Romeo y Julieta, ya que también cuenta la nuestra: Sara y Kevin, dos jóvenes enamorados cuyo único obstáculo para amarse no fue otro más que la vida.
Kevin

7 Corazones:

eri_7 dijo...

Me ha gustado mucho ^^

Anamari Granados dijo...

muy bueno, si te interesa tenemos un apartado en nuestro blog de Jóvenes Promesas, si te interesa pásate, un saludo

http://mundodetintaypapel.blogspot.com/

VectorFree dijo...

Hermoso, se me ha partido el corazón.

Elena Castillo dijo...

Ohhh...pero qué final...^^^

Olga Salar dijo...

Qué pasadaaaaaaaaaa :)

Anónimo dijo...

Me alegra que os guste chicas :)
Gracias por opinar.
@Anamari, me pasaré
Loky

eL aRTe De SeNTiR dijo...

Ehhh! El final está muy bien. He encontrado ciertos puntos de mágia. Vamos que me ha encantado

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